domingo, 31 de octubre de 2010

A ciegas

 

¿Cómo te sentirías si tu mundo sólo correspondiese a un color, si todo lo que siempre has situado, de repente se transformase en un todo unificado que te impide distinguir el suelo del cielo?

¿Cómo te sentirías si tu mundo se volviese del revés?

¿Desorientado? Eso seguro.

¿Perdido?

¿Es esa la expresión correcta…?

No…porque para estar perdido tendrías que saber realmente dónde estás algún momento, y… ¿acaso sabes eso?

Estando “a ciegas”, lo primero que se te ocurriría sería fiarte de los sentidos que te quedan, pero… ¿cómo fiarte de unos sentidos que te engañan? ¿no es eso seguir estando “a ciegas”?

Ciertamente desconoces el camino que debes seguir, simplemente construyes mediante éstos sentidos un camino mediante el cual poder sentirte seguro, una ruta trazada con un comienzo, un trayecto y una continuación irregular…ahora bien, ¿recuerdas el camino que has recorrido?

miércoles, 29 de septiembre de 2010

No puedo negarme a mi naturaleza

 

- …Te lo dije, era más fuerte que yo.

Lo decía con ironía, rozando el sadismo.

- ¿PERO QUÉ COÑO ESTÁS DICIENDO? ¿ACABAS DE ASESINAR A 50 PERSONAS Y ERES CAPAZ DE ESTAR DELANTE DE MÍ COMO SI NADA?

Ella estaba histérica, su asco hacia la persona que antes consideraba un amigo aumentaba con la tensión de la conversación.

- Jajajaja…fueron 52 de hecho, el Sr y la Sra O’Malley tuvieron un infarto cuando me vieron cubierto de sangre.

Su humanidad se hacía cada vez más pequeña, tanto que consideraba que el único lazo que le quedaba era su amiga de la infancia.

- ¿Cómo puede ser posible? Crecimos juntos, pasamos por tantas cosas a las que supimos hacer frente y pudimos disfrutar después de todo ello…¿por qué cuando todo iba tan bien tú tenías que estropearlo todo?

Desconocía totalmente a la persona que estaba frente a ella, no podía ser él, ese no podía ser su amigo Víctor, no la forma en la que ella lo recordaba…

- ¿Recuerdas una vez cuando te hablé sobre un hombre que me susurraba en mis sueños? ¿Recuerdas que te dije todo lo que me había hecho observar y cómo su voz pasó a estar constantemente en mi cabeza? Ayer volvió a mis sueños y entendí una cosa, su voz y la mía eran idénticas. Todo este tiempo que había pasado reteniéndolo no ha servido de nada, porque en sólo unas horas ha liberado lo que había en mí, he liberado la bestia que guardaba dentro, y es por eso que estoy aquí.

- ¿Qué pretendes ahora?

- Quiero despedirme de tí, quiero que sepas que no me arrepiento de lo que hice.

- Si te quedas aquí te atraparán.

Las palabras de su amigo la habían llevado a una encrucijada, en la que decidió borrar lo sucedido en las últimas horas, pero también decidió dejar de pensar en él. Decidió que sólo recordaría lo bueno que había en él.

- No pienso irme lejos.

Y en ese momento, se apuñaló el pecho y cayó desplomado. Laura salió del porche al encuentro de su amigo, cuya vida se consumía por segundos.

- Gracias por haber cuidado de mí…

Y con sus últimas fuerzas, la besó.

- Siempre supe que tenías un sabor delicioso…

Esas fueron sus últimas palabras, su último suspiro estaba dedicado a ella…y entonces lo recordó. Recordó cómo había sido su cara los últimos diez años, una expresión seria forzada que intentaba esconder algo, recordó sus conversaciones sobre las voces atormentadoras y sobre sus deseos de callarla, hasta que lo vio. En la cara de Víctor ya no había una expresión seria, sino que éste sonreía, y lo hacía de una manera especial, como en el día que se conocieron, como cuando eran niños. Cerró sus ojos y por fin lo vio libre de la bestia.

Algún día te diré

 

En qué pienso cuando sonríes, o en lo que pienso mientras te miro sin decir palabras. Algún día me atreveré a decirte lo hermosa que luces al natural, o lo afortunado que me siento al tocarte, al recorrer tu cuerpo. Algún día sin duda, seré capaz de decirte que veo el Sol en tus ojos, o que me despejas la cabeza de tal manera que sólo puedo pensar en tranquilidad. Algún día seré capaz de explicarte todas esas sensaciones inexplicables que me transmites. Así que quizá mañana sea capaz de decirte todas esas cosas que hoy no me atrevo a decirte.

domingo, 19 de septiembre de 2010

2do Movimiento: El Otro Lado

 

- Vamos Sam, te guiaré hasta el otro lado, ¿confías en mí?

- Dices que vienes del otro lado porque yo te llamé, tengo el sentimiento de que puedo confiar en tí, y quiero saber lo que hay allí… a propósito, no me has dicho cómo te llamas.

- ¿Tampoco recuerdas eso? Soy Tom.

- ¿Sólo Tom?

- …Qué curioso, también dijiste eso la primera vez… me llamo Tomás, pero llámame Tom. Y ahora debemos irnos ¿tienes todo listo?

- Sí, estoy deseando ver lo que hay más allá de la puerta.

Y sin más palabras, se dirigieron hacia esa puerta que había estado allí tanto tiempo, no hubo necesidad de una llave, porque en lo que Tom tocó la puerta, esta se abrió hacia dentro, revelando una habitación oscura que se fue iluminando por segundos hasta revelar su verdadera forma, un mundo caótico en medio de la nada, un universo que tomaba cada vez más una forma determinada a medida que se adentraban en él…y de pronto la puerta se cerró.

- La puerta se ha cerrado.

- Lo sé ¿reconoces este lugar?

- Parece mi habitación, pero todas las cosas están situadas al contrario, como si estuviésemos mirándola al revés.

- Eso pasa porque has imaginado que este lugar sería así, un lugar que conoces pero donde todo sucede de forma distinta, ¿es esa la forma que quieres que tenga?

- No llego a entenderlo ¿dices que puedo cambiar este lugar a mi antojo?

- Realmente no importa demasiado lo que yo diga, es más importante lo que sientas, lo que piensas…ven, quiero que veas algo.

Y siguieron avanzando a través de una escalera. Todo estaba oscuro a su paso, salvo los escalones, que desprendían una apacible luz que iba haciendo el camino confortable. Según se adentraban en el laberinto desconocido, se comenzaba a escuchar un sonido; lo que hasta ahora había sido silencio a excepción de sus voces, se transformaba en una música desconocida y melancólica, y a su vez las inexistentes paredes comenzaban a llenarse de estrellas y planetas que comenzaban a girar de un modo caótico, hasta que encontraron una puerta abierta al final de las escaleras.

- Ven, es por aquí.

Y se encontraron de repente en una habitación blanca, carente de paredes, esquinas o techos, sólo un suelo aparente los mantenía en aquel lugar.

- ¿Qué es esto?

- “Esto” es un lugar donde no importa el dónde, el qué, ni el cuándo. Éste es un lugar donde puedes conseguir todo lo que quieras…pero está en blanco, ¿por qué?

- Creo que lo voy entendiendo –y mientras hablaba, la habitación comenzaba a llenarse de imágenes por todas partes-, si puedo cambiar este lugar a mi gusto, entonces… ¿puedo modificar también su forma y su contenido?

- Esa es sólo una de las muchas cosas que puedes hacer aquí adentro.

- ¿Estaremos aquí mucho tiempo? –Tom esbozó una sonrisa- ¡Eh! ¿Por qué te ríes? Me gusta este lugar.

- Jajajaja…en ese caso, estaremos aquí todo el tiempo que quieras, pero algún día tendremos que volver.

- Bueno, quizá mañana podamos tomar esa decisión, hoy querría descansar aquí.

Mientras decía eso, una cama se había formado a sus pies, y se tumbó a descansar, Tom volvió al último escalón y se sentó a contemplar las estrellas mientras seguía riendo.

martes, 7 de septiembre de 2010

Planeta en Blanco

 

 

 

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Vacío se encuentra mi recipiente, me he desarraigado de él, he comprendido la materia de la que estoy hecho y me he vuelto materia esencial.

 

Pronto comienza mi aventura, vuelvo a hacer brotar esta semilla, pero ahora es diferente, ya no mira extrañada para adentro. Empieza a crecer hasta conseguir enroscarse en las vitrinas que recubren esta cáscara, y cuando está completamente arraigada, comienza a comprender la composición de la misma. Empieza una fusión de materiales, la cáscara comienza a ser consumida por las raíces, pero éstas no la desechan, se funden con ella y la reemplazan con su propia forma, y continúan su camino, expandiéndose hasta llegar a nuevos horizontes, convirtiendo cada vez más las puntas de sus raíces en nuevas semillas, que van expandiéndose y formando nuevas redes para seguir con su creación.

 

Ese es el punto en el que el árbol de la vida se hace Luz.

domingo, 15 de agosto de 2010

So...what is going to be?

Salgo una noche como cualquier otra, pero claro, ninguna noche se parece a otra, y esta no será una excepción. Me acerco a la barra de un bar y pido la bebida de siempre, un whisky con dos piedras de hielo, y me dispongo a ir hacia el sillón de siempre, ese que me atrae especialmente. Acompaso tragos de la bebida mentada junto con caladas a un Lucky Strike y hasta ahí doy por hecho mi ritual de cada noche, es ahora cuando todo empieza. Esta noche una chica me observa desde la barra, trato de ignorarla, pero ella insiste y se me acerca, yo le correspondo con mi mirada mientras voy observando su sensual figura atenuada debido a la iluminación que predomina en el local. Es ahí cuando comienza una nueva aventura, ella se sienta a mi lado y comienza la conversación:

- ¿Siempre andas con ese aura de misterio?

- No es misterio lo que llevo conmigo, aunque si hablas de mi forma de vestir, sí, suelo vestir así. ¿Y tú? ¿siempre hablas con esa voz tan dulce?

Consigo hacer que se ruborice, pero la cosa no acaba aquí y ella no parece ser una mujer común.

- Depende de quien esté escuchando en ese momento, pero sí, suele ser...

- ...como la miel -le completo, y doy un sorbo a mi bebida para aclararme la garganta-. Me he dado cuenta, con esa cualidad puedes poseer a quien desees.

- ¿Ah, sí? ¿De verdad crees eso?

- Estoy completamente seguro de ello.

- Si tan seguro estás ¿significaría eso que podría poseerte si quisiera?

- Y además podrías hacerlo sin que me diese cuenta.

Según termino de hablar me propongo a beber otro trago, pero me encuentro con que ella se ha apoderado de mi vaso, y de mi caja de tabaco, así que apenas unos segundos me dan para darme cuenta de que se ha terminado mi bebida y está encendiendo mi último cigarrillo.

- ¿Decías?

- Eres muy buena, no te lo negaré, pero si esto va a continuar debo advertirte dos cosas: la primera es que no puedes fiarte de mí, por mucha confianza que pueda aparentemente rezumar, no soy más que una serpiente que esperará hasta el momento justo para clavarte sus colmillos.

- ¿Y cual será la segunda?

- A partir de este momento debes escoger, puedo serte sincero desde el comienzo y hasta el final te diré la verdad, de modo que sabrás en todo momento a lo que te atienes, puedo ser el hombre perfecto, la pareja ejemplar, un padre modelo, puedo ser todo lo que quieres que sea sin dejar de ser lo que quiero ser; o también puedo ser un mentiroso compulsivo, puedo inventarme una vida única para tí, puedo contarte mil historias que no han sucedido con tal convicción que creerás que estás en el mismo rincón de mi imaginación en el que se están formando, pero si hago eso, un día me marcharé sin decir por qué...y bien, ¿qué va a ser?

- Miénteme.

lunes, 9 de agosto de 2010

1er Movimiento: La Puerta

- ¿Puedes ver esa puerta?

- Sí, ¿qué pasa con ella?

- No pasa nada con ella, pero...¿nunca te has preguntado qué tiene tras de sí?

- No, ¿para qué? está cerrada y no se abre, necesita una llave, pero no la encuentro.

- ¿Estás seguro de eso? Es cierto que tiene hueco para una llave pero, ¿quién te dice que esa sea la forma de abrirla?

- Para eso están las puertas con cerraduras, ¿no? porque tienen una llave que las abre.

- No todas las puertas tienen por qué tener una llave, al igual que no todas las llaves tienen que abrir una cerradura...piénsalo, tú has estado mucho más tiempo aquí que yo, y esa puerta parece haber estado mucho más tiempo aquí que tú, sin embargo nunca te has preguntado qué hay tras ella, nunca has querido abrirla, sólo te has limitado a pensar en puertas y llaves, que a fin de cuentas son sólo conceptos, pero nunca en por qué está esa puerta ahí.

- Quizás oculta algo.

- Quizás no, ahora sólo te lo preguntas porque yo me lo he preguntado y te lo he preguntado, pero ya no vale, no de la misma forma que si se te hubiese ocurrido a tí.

- ¿Qué tendrá eso que ver?

- Tiene que ver en que ahora soy responsable de tí en cuanto a lo que haya tras esa puerta.

- ¿Quién ha dicho que tenga que haber algo tras la puerta? No tiene por qué haber nada, o puede haberlo todo, pero será decisión mía correr el riesgo de averiguarlo.

- Eso no es del todo cierto, y soy culpable en parte de ello, puesto que yo vengo del otro lado, pero estaré a tu lado si decides continuar.

- ...Sólo respóndeme a una pregunta: ¿Por qué viniste del otro lado?

- ¿No lo recuerdas? Porque tú me llamaste.