- ¿Puedes ver esa puerta?
- Sí, ¿qué pasa con ella?
- No pasa nada con ella, pero...¿nunca te has preguntado qué tiene tras de sí?
- No, ¿para qué? está cerrada y no se abre, necesita una llave, pero no la encuentro.
- ¿Estás seguro de eso? Es cierto que tiene hueco para una llave pero, ¿quién te dice que esa sea la forma de abrirla?
- Para eso están las puertas con cerraduras, ¿no? porque tienen una llave que las abre.
- No todas las puertas tienen por qué tener una llave, al igual que no todas las llaves tienen que abrir una cerradura...piénsalo, tú has estado mucho más tiempo aquí que yo, y esa puerta parece haber estado mucho más tiempo aquí que tú, sin embargo nunca te has preguntado qué hay tras ella, nunca has querido abrirla, sólo te has limitado a pensar en puertas y llaves, que a fin de cuentas son sólo conceptos, pero nunca en por qué está esa puerta ahí.
- Quizás oculta algo.
- Quizás no, ahora sólo te lo preguntas porque yo me lo he preguntado y te lo he preguntado, pero ya no vale, no de la misma forma que si se te hubiese ocurrido a tí.
- ¿Qué tendrá eso que ver?
- Tiene que ver en que ahora soy responsable de tí en cuanto a lo que haya tras esa puerta.
- ¿Quién ha dicho que tenga que haber algo tras la puerta? No tiene por qué haber nada, o puede haberlo todo, pero será decisión mía correr el riesgo de averiguarlo.
- Eso no es del todo cierto, y soy culpable en parte de ello, puesto que yo vengo del otro lado, pero estaré a tu lado si decides continuar.
- ...Sólo respóndeme a una pregunta: ¿Por qué viniste del otro lado?
- ¿No lo recuerdas? Porque tú me llamaste.
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