martes, 7 de septiembre de 2010

Planeta en Blanco

 

 

 

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Vacío se encuentra mi recipiente, me he desarraigado de él, he comprendido la materia de la que estoy hecho y me he vuelto materia esencial.

 

Pronto comienza mi aventura, vuelvo a hacer brotar esta semilla, pero ahora es diferente, ya no mira extrañada para adentro. Empieza a crecer hasta conseguir enroscarse en las vitrinas que recubren esta cáscara, y cuando está completamente arraigada, comienza a comprender la composición de la misma. Empieza una fusión de materiales, la cáscara comienza a ser consumida por las raíces, pero éstas no la desechan, se funden con ella y la reemplazan con su propia forma, y continúan su camino, expandiéndose hasta llegar a nuevos horizontes, convirtiendo cada vez más las puntas de sus raíces en nuevas semillas, que van expandiéndose y formando nuevas redes para seguir con su creación.

 

Ese es el punto en el que el árbol de la vida se hace Luz.

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